Por tierra, mar y aire. El sector de trabajadores de la organización que está peleando contra la dirección de la ONCE está utilizando todos los medios a su alcance para frenar lo que consideran una pérdida importante de derechos laborales. Estos empleados, liderados por CC.OO., realizan manifestaciones ante sedes del Gobierno, acuden a los tribunales para denunciar a la institución y, también, a la Inspección de Trabajo.
En esa estrategia se enmarca la pequeña victoria que acaban de obtener de Trabajo. La decisión de este organsimo de sancionar a la ONCE y dar la razón a los trabajadores tras la denuncia de CC.OO. supone un soplo de aire fresco para los vendedores de la organización y un impulso para su lucha contra el deterioro paulatino -aseguran- de los derechos laborales de los vendedores.
En efecto, la pérdida de empleo es significativa. Según la Memoria de Actividades de la ONCE de 2014, sólo en ese año el número de vendedores ciegos bajó en 400, mientras que los vendedores minusválidos físicos aumentaron en más de 300. "Es todavía peor porque ahora hay más de 12.000 vendedores físicos y menos de 8.000 ciegos, justo la proporción contraria a la de hace cinco años", señala Miguel Ángel Lázaro, responsable de CC.OO. en la ONCE.
Deshumanización de la ONCE
Esto ha provocado que la organización que preside Miguel Carballeda llegue a frenar la incorporación al cuerpo de vendedores de personas ciegas, que en muchos casos, y debido a la crisis económica y a la falta de trabajo, recurren sin quererlo a vender el cupón para poder vivir.

Además de vulnerar los derechos laborales de los trabajadores afectados, genera competencia desleal para los trabajadores que tienen esos días asignados para la venta, afirma la resolución de la Inspección de Trabajo

Esta es sólo una parte de lo que en bez.es hemos llamado la 'Deshumanización de la ONCE'. Hay despidos por vender poco y no llegar al mínimo de 210 euros diarios que marca el Convenio Colectivo, sanciones de empleo y sueldo por no llegar a ese mínimo, cambios en el sitio de punto de venta arbitrarios... La última vuelta de tuerca a esta política laboral son los contratos de tres días a la semana por menos de 500 euros.
"El problema de esos contratos, además, es que a los vendedores se les anima a salir a la calle a vender más días y más horas para conseguir sacar más dinero y así alcanzar los incentivos por ventas. Si no trabajan más de esos tres días, cobran 500 euros y se les puede sancionar por no llegar al mínimo de cupones vendidos; por eso se les anima desde la ONCE a salir a vender más días, en días de fiesta y cuando sea", señalan en CCOO.
Por fomentar o tolerar
Esto es lo que denunció el sindicato CCOO a mediados de 2014 y en lo que el Ministerio de Fátima Báñez acaba de darle la razón. Según la resolución de la inspección de Trabajo, "se constata que la dirección de la empresa, fomenta y/o tolera que vendedores y vendedoras ejerzan venta en días festivos sin que exista comunicación escrita previa, lo que altera las previsiones del artículo 31.4 del Convenio Colectivo".
La resolución continúa: "Ello, además de vulnerar los derechos laborales de los trabajadores afectados, genera competencia desleal para los trabajadores que tienen esos días asignados para la venta, máxime cuando la pérdida de ventas en esos días, los sitúa en la denominada baja rentabilidad que se combate con expedientes disciplinarios o poniendo en riesgo la renovación de un contrato".
Inspección propone, por tanto, sendas sanciones a la organización que preside Carballeda -en la imagen, junto al ministro de Sanidad, Alfonso Alonso- por vulnerar el estatuto de los trabajadores y el Convenio Colectivo de la ONCE. "Las sanciones se proponen en grado medio atendiendo a los criterios de graduación previstos en el apartado segundo del art. 39 de la Ley de lnfracciones y Sanciones para el Orden Social", señala.
Hechos puntuales
La ONCE ha negado que exista una estrategia dentro de la casa para reducir el número de vendedores ciegos. Según explica un portavoz a bez.es, que haya contratos a jornada parcial es algo puntual y se realiza para cubrir huecos de fin de semana. "Las ventas del cupón no son todos los días las mismas y es posible que en fin de semana, que nuestros productos se venden mejor, se necesite un refuerzo en alguna zona", asegura.
"Pero es algo normal en todas partes. Las sanciones o expedientes se abren a vendedores no solo porque no haya llegado al mínimo de ventas porque esa cifra es orientativa. Se tienen en cuenta muchas cosas más cosas. Y que haya un número pequeño de afiliados ciegos que estén a la espera de que se les permita convertirse en vendedores es algo normal porque hay que cumplir con unos requisitos médicos y demás cuestiones que hay que atender", explica este portavoz.