El Gobierno de Mariano Rajoy dedicó todos sus esfuerzos a anunciar una rebaja de los impuestos mientras Rodríguez Zapatero ocupaba el Palacio de La Moncloa. Pero tras su victoria en las elecciones de 2011, y pese a lo recogido en su programa electoral, los impuestos han subido con el PP. Tanto como no lo habían hecho en legislaturas anteriores y pese a la rebaja en el IRPF aprobada ya en precampaña electoral en Consejo de Ministros.
La presión fiscal sobre los contribuyentes se incrementó en 28.301 millones de euros entre 2012 y 2014
Según la documentación que el propio Gobierno envió a Bruselas -la excusa empleada por Rajoy cuando anunció las primeras medidas fiscales que le hacían enmendar sus propias promesas- señala que entre 2012 y 2014 la presión fiscal sobre los contribuyentes españoles se ha incrementado en 28.301 millones de euros con las diferentes subidas de impuestos.
Como no podía ser de otro modo, las principales fuerzas políticas hacen bandera de sus promesas fiscales. Aunque a decir verdad, y después de la experiencia de estos años, el cumplimiento de esas propuestas va a depender mucho de los pactos para gobernar. PSOE y Ciudadanos discrepan, en apariencia, sobre el impuesto de Patrimonio, que uno quiere recuperar y el otro, rebajar. Podemos pone el foco en evitar que las grandes empresas eludan el régimen general para sociedades y quiere gravar determinadas actividades para, de ese modo, financiar los subsidios que promete a la ciudadanía. El PP, con el propósito de recuperar credibilidad, anuncia nuevas bajadas en el IRPF, al tiempo que continúa recurriendo a la hucha de las pensiones para el pago de asuntos varios.
La disponibilidad de los recursos del Estado para determinados fines es uno de los asuntos que Podemos insiste en que es necesario controlar de manera más estricta. Lo cierto es que en la actualidad tenemos, de facto, 17 sistemas fiscales que discriminan la carga fiscal y las prestaciones públicas a los ciudadanos y las pymes en razón a su residencia.
Es necesario abrir el debate sobre el modelo de Estado que queremos los españoles
En concreto, los impuestos sobre el Patrimonio y el de Sucesiones y Donaciones se gestionan en las CC.AA. con criterios que provocan situaciones de “competencia fiscal” entre territorios, con efectos en la localización de las empresas, la igualdad de oportunidades para los emprendedores o el acceso de los ciudadanos a servicios públicos, como la sanidad y la educación, cuyo catálogo conforman las Comunidades Autónomas en función de su disponibilidad económica y su voluntad política. Por eso, también es necesario abrir el debate sobre el modelo de Estado que queremos los españoles.
Propuesta de debate del Club de Amigos de la Sociedad de la Información (CASI)
Los sistemas fiscales repercuten de forma diferente en la economía de un país y en el alcance de su estado de bienestar. Los impuestos básicos en España, como en resto de países de su entorno, son el IRPF, el Impuesto de Sociedades y el IVA, además de una serie de tributos que no son insignificantes. El IRPF grava tanto el consumo como el ahorro, pero en cambio tiene un efecto igualador porque es progresivo. El impuesto de Sociedades y los similares producen un gran efecto en el crecimiento ya que disminuyen el ahorro de las empresas y su capacidad de inversión. El IVA grava el consumo y la demanda interna privada. En ese sentido, también frena el crecimiento, pero no grava el ahorro y ese es un dato positivo. Si se grava en exceso a las familias en favor de un estado de bienestar más amplio se puede entorpecer el crecimiento. Un equilibrio difícil de mantener ante una situación de crisis económica como la actual donde las arcas del Estado se resienten y las familias pierden sus rentas.
Lee el documento completo del CASI
Principales propuestas de los partidos políticos

Impuesto de Sociedades al 20% para las empresas pequeñas y al 25% para las grandes
IRPF: bajada de dos puntos en los dos primeros años. Tipo marginal al 17% y el máximo al 43%

Impuesto de Sociedades mínimo del 15%. Frente al 28% actual
Recuperación del Impuesto de Patrimonio y de Sucesiones

Impuesto de Sociedades único del 20%
IRPF: Tres tramos: 18% hasta 22.500 euros, 28% entre 22.500 y 75.000 euros y el 42% a partir de 75.000 euros
IVA: reducido 7% y normal 18%
Un único Impuesto de Sucesiones entre el 4% y el 10%
Bajada del Impuesto de Patrimonio

IRPF: aumento del tramo desde los 50.000 euros desde el 45% hasta el 55% para rentas de más de 300.000 euros
IVA: 10% para gas, electricidad y calefacción. Un nuevo tipo del 25% para artículos de lujo
Impuesto “solidario” a la banca para pagar los rescates
Análisis de expertos
Tarek Jaziri Arjona, director de Polikracia
Hay un aspecto esencial a tener en cuenta cuando los partidos prometen bajadas de impuestos: el déficit. Tanto el FMI, como la Comisión Europea, no creen que España alcance sus objetivos de déficit en los próximos años. Por lo tanto habría que ser cautelosos con los partidos que prometen bajadas de impuestos si luego no explican cómo cumplirán el déficit. Además, España es de los países que menos recaudan en relación al PIB (37,8%), mientras que la media de la eurozona se sitúa en el 46,6%. Así, medidas como subir el Impuesto de Sociedades o establecer un mínimo en el Impuesto de Sucesiones y de Patrimonio a nivel nacional mejorarían la recaudación. Aunque, sin duda, es necesaria una reforma del sistema tributario para mejorar su progresividad.
Ignacio Muro, economista, presidente de Poli-TIC e impulsor de Economistas Frente a la Crisis
El papel de los impuestos en los programas electorales debería ser la prueba del algodón que detecta las prioridades ideológicas. Pero no siempre es así.
Los partidos se escapan imaginando un ciclo económico optimista, con alto crecimiento, que tiene el efecto inducido de subir ingresos fiscales manteniendo o, incluso, reduciendo tipos. De esa forma, los representantes de los partidos políticos y sus asesores “consiguen cuadrar” las cuentas reduciendo el déficit público sin el coste de evidenciar en sus programas recorte de gastos.