En un país en el que el desembolso en pensiones representa un 38,5% de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2016 (135.448,93 millones de euros) es imperativo reconfigurar el mercado de trabajo y de contribuciones de cara al futuro. Porque la tendencia será una sociedad de cada vez mayor edad.
En 2011 España recibió unos 4 millones de trabajadores extranjeros
El Fondo de Reserva de la Seguridad Social, la "hucha de las pensiones", tocó su techo histórico en 2011, con 66.815 millones de euros, cuando aún no se había retirado dinero. Rajoy, en su legislatura (2011-2015), se encargó de recortarlo a la mitad. Si en 2011 esa 'hucha' alcanzó su apogeo fue, principalmente, por las aportaciones de trabajadores en los años boyantes del 'boom inmobiliario': el país recibió unos 4 millones de trabajadores extranjeros. Pero ya no vienen porque no hay trabajo con una tasa de desempleo de más del 20%.
Para más complicaciones, los españoles son los más longevos de la UE, pero de los últimos en reproducirse. La Administración ayuda a los mayores más que a los niños, y ese desequilibrio puede terminar de dar la puntilla al Estado de Bienestar. Con una población con cada vez más años, seguirá siendo necesario incorporar más cotizantes, algo muy difícil si no se llevan a cabo políticas de estímulo a la natalidad. Se estima que en 2050, el 40% de la población será mayor de 65 años.
Con información de Feliciano Tisera
Propuesta de debate del Club de Amigos de la Sociedad de la Información (CASI)
La actual estructura de pensiones se diseñó en los años sesenta como un sistema generalizado cuyas bases originales siguen vigentes a pesar de las múltiples correcciones. Las condiciones de partida eran de una esperanza de vida de entre los 64-67 años para empezar a cobrarse en su mayoría a los 65 años. La entrada en el mercado de trabajo en aquellos años era a los 16-17 años. Por tanto, la vida laboral era muy larga y el tiempo de pensionista medio era de entre dos y tres años.
La situación actual es la de una sociedad con pensiones generalizada, lo cual es un gran logro. Pero con problemas en su sostenibilidad ya que la esperanza de vida es de 83 años y la edad de jubilación de 67 años, lo que produce un desfase promedio de 20 años. Por otro lado, la entrada en el mercado de trabajo se ha retrasado entre 4 y 5 años por la prolongación del tiempo de formación, lo que incide en el menor tiempo de cotización.
Los mayores de 65 años son hoy el 18,6 % de la población (8,5 millones sobre una población total de 46,5 millones) con la previsión de aumentar al 20% en 2020. El resultado es que actualmente hay por cada pensionista o persona de más de 65 años 2 trabajadores que cotizan a la Seguridad Social, cuando hace cuarenta años eran 4-5 trabajadores activos. Esta evolución del modelo de financiación por “reparto”, que trata de conseguir el equilibrio de ingresos (cotizaciones) y gastos anuales del sistema del conjunto de pensiones, reforzado por un fondo de reserva que tiene a reducirse, tiene un oscuro futuro, sino se toman medidas correctoras serias.
Leer documento completo del CASI.
Principales propuestas de los partidos políticos

Nuevo derecho de acceso anticipado a la jubilación bajo unos requisitos legales por concretar
Cobro parcial de la jubilación mientras se continúa trabajando
Mejorar la tributación de los planes de pensiones privados

Sistema Público de Pensiones clásico
Incrementar las pensiones mínimas
Armonizar la edad de jubilación con la Eurozona

Sistema público de pensiones de reparto con cuentas nocionales
Sistema público de pensiones contributivo y de reparto con solidaridad entre generaciones

Reestablecer la edad de jubilación en los 65 años
Introducir una financiación progresiva del sistema de pensiones
Análisis de los expertos
Diego de Schouwer, analista de Polikracia
Las medidas para hacer sostenible el sistema de pensiones son muy diversas. El PP, partido en el gobierno, presenta dos medidas principales: lograr que haya 20 millones de personas trabajando y fomentar que la gente de más de 65 continúe en su puesto de trabajo perdonándoles el pago de IRPF. Ciudadanos, por su parte, pretende fomentar medidas de natalidad para invertir la pirámide poblacional, y el PSOE financiar las pensiones mediante impuestos directos y reeditar el Pacto de Toledo para con las pensiones de los años 90. Por último, Podemos propone subir las pensiones año a año aprovechando lo recaudado de su plan de lucha contra el fraude fiscal.
Isidro López Cuadra, economista
Se dice pronto y tiene una enorme gravedad: hay 700.000 parados de larga duración más que hace cuatro años que no reciben ninguna prestación; la masa salarial ha disminuido en 40.000 millones; se extiende la pobreza y la precariedad; los sindicatos tiene cada día menos capacidad negociadora; los abuelos, que votan, tienen que sostener a hijos y nietos con sus pensiones, por eso no han bajado más. La hucha de las pensiones ha disminuido en 30.000 millones de euros, que para eso está, según piensa el gobierno de Rajoy. Pero hace cuatro las cuentas estaban equilibradas. El gobierno previó un incremento de ingresos del 7% en 2015 (que no ha tenido lugar) y Bruselas no se ha creído otro 7% de incremento para 2016. Ayer alguien prometió otra rebaja adicional de impuestos. Los abuelos votan, hay mucho que decir, pero hay que bajarse del guindo.