bez
Premio Periodismo

Edición fin de semana

Educación Economía Política Medio ambiente Sanidad Tecnología Empleo Igualdad
 
 
bez

FIN DE SEMANA

Educación Economía Política Medio ambiente Sanidad Tecnología Empleo Igualdad

Versión web
02 de abril de 2016

Un soplo de ceros y unos

Entre los últimos años del siglo XIX y los primeros del XX se editaron en Francia unas postales en las que se imaginaba cómo iba a ser el mundo en el año 2000. La colección es muy entretenida, simpática, y un gozo para los ojos, pero, además, su observación atenta es motivo de reflexión por el puente que se levanta entre esa época -y cómo se veía el futuro- y la que vivimos hoy. 

Antonio Rodríguez de las Heras

Catedrático de la Universidad Carlos III de Madrid y director del Instituto de Cultura y Tecnología

@ARdelasH
www.ardelash.es
#Sociedad red
#Tecnología
 
Postal en la que se imaginaba cómo sería el mundo en el año 2000
Postal en la que se imaginaba cómo sería el mundo en el año 2000
By Albert Robida - Wikimedia Commons

En algunas de esas postales se representa la ciudad con un enjambre de aviones volando por su calles. Y en una de ellas un repartidor, suspendido su avión delante de un balcón, entrega al sirviente de la casa un envío. Eran los años de la aviación pionera, de sus héroes pilotos, y del asombro y entusiasmo que despertaba esta invención.

¡Qué sugerente el arco de cien años que ya se ha cumplido y llegar a la orilla del siglo XXI! Y más aún la sorpresa de comprobar que el escenario corresponde a lo imaginado. En el vano del arco faltaba la computación, la robotización, la Red… que han hecho posible que la escena del balcón se pueda producir sin violar ninguna ley física, como en cambio sucedía en la postal. Los drones comienzan ya a poblar el aire.

Lo digital se ha derramado

Y aportan un ejemplo -solo un ejemplo, pero bien evidente, de los muchos que ya hay- de que el mundo digital se ha derramado. Quizá pensábamos que lo virtual permanecería confinado tras una pantalla: de este lado del espejo estaría el mundo real y del otro el virtual. Pero no ha sido así. Y un soplo insistente y penetrante de ceros y unos comienza a dar formas distintas y, sobre todo, capacidades impensables a los objetos que fabricamos. Se repite, pero ya no como mito, el soplo vivificador en la figura de barro.

Así que un dron se mantiene y evoluciona en el aire porque sigue unas leyes de la mecánica física, pero también por seguir la señal del smartphone que, adherido como prótesis, lleva consigo quien lo pilota,  y al GPS que le proporcionan unos satélites o al mapeo digital de los obstáculos de su entorno, mientras una cámara también digital graba y transmite la visión desde el dron.

 
 
 
 
Hay que estar muy atentos a estas alteraciones de nuestro mundo, con efectos a todos los niveles, desde el económico al mental

Cuando se habla de “Internet de las cosas” hay el riesgo de limitar el fenómeno a referencias triviales de conexiones de electrodomésticos o de wearables a la Red. Pero lo que se está produciendo es de una mayor extensión y profunda penetración: es la transformación que lo digital produce en lugares y objetos cuando entra por sus intersticios y les insufla ceros y unos. Hay, por tanto, que estar muy atentos a estas alteraciones de nuestro mundo, con efectos a todos los niveles, desde el económico al mental.

                                                Fuente: Jean Marc Cote -Wikimedia Commons

Las resistencias mentales están asociadas a cualquier cambio y, por consiguiente, ya se manifiestan en este caso recurriendo a una amplia gama de argumentos, desde razones a disparos, pues hay quienes recurren a la escopeta para abatir a estos intrusos voladores (empeño inútil pues llegarán no como aves solitarias sino como bandadas).

 
 
 
 
Las resistencias mentales están asociadas a cualquier cambio

La capacidad de ver (y la forma de mirar) que desarrollan estos artefactos tiene un lado de horizontes apasionantes para explorar y otro que produce inquietud a personas recelosas ante la posible perturbación de la intimidad. De igual modo que entristece que, como tantos otros potentes desarrollos tecnológicos que están conformando nuestro mundo, hayan nacido confinados en la industria militar hasta su posterior derrame en la sociedad.

Durante los años de edición de las postales En l’an 2000  las grandes ciudades comenzaban a sufrir la congestión y desorden del tráfico rodado y a responder con normas de circulación. Ahora, ante el avance de un enjambre de robots voladores, la sociedad se apresta también a regular sus movimientos.

 

 

NOTICIAS RELACIONADAS

La educación en red
Déjame que mire yo
¿Hacia una sociedad impaciente?
Papel mojado

NOTICIAS DE PORTADA

Puedes navegar por el archivo de bez.es
   

bez.es el medio para quienes toman decisiones

  • Licencia de Creative Commons Lo que debes saber by bez is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License.
  • Aviso legal Política de privacidad Política de cookies
  • Nos puedes escribir a: bez@bez.es
    Nos encuentras en: C/ Gran Vía 16, 4 izda. - 28013 Madrid
Publicidad: publicidad@bez.es
Nos puedes escribir a: bez@bez.es
Nos encuentras en: C/ Gran Vía 16, 4 izda. - 28013 Madrid