La banda terrorista ETA da este sábado otro paso más para dar carpetazo definitivo a 40 años de actividad en España. El presidente de la Comisión Internacional de Verificación, Ram Manikkalingam, ha comparecido a primera hora de la mañana de hoy en el Ayuntamiento de Bayona (Francia) para confirmar que ya han recibido la información sobre la localización de los almacenes de armas de los que disponía ETA. La ubicación de los zulos ha sido puesta en manos de las autoridades francesas. "Ellos van a recoger y asegurar el arsenal", ha señalado Manikkalingam.
Según los mediadores, la precaución es extrema "por motivos de seguridad" pero sí ratifican que será un desarme "total y verificable". El desarme unilateral abre la puerta al proceso de disolución de la banda. El portavoz de la comisión internacional ha recordado que se desarma la última organización armada de Europa y que es la "victoria de la democracia sobre la violencia". Además, ha asegurado que se trata de "un modelo inédito" de desarme en la historia.
El Gobierno español, frío
Lejos de las expectativas que genera la rendición de armas de ETA, el Ejecutivo español persiste en responder con frialdad en la fase terminal de la banda. El Gobierno de Mariano Rajoy ha difundido un comunicado en el que afirma que ETA está "operativamente derrotada, sin futuro y con sus dirigentes en prisión". Por ello, exige su disolución definitiva, pedir perdón a las víctimas y desaparecer en "vez de montar operaciones mediáticas para disimular su derrota e intentar sacar rédito político de la misma". El Ejecutivo advierte que no hará ninguna valoración sobre el armamento entregado por la banda ni sobre su integridad, hasta que este haya sido analizado por las autoridades y la justicia francesa, de acuerdo con la legalidad vigente.
Organizaciones civiles del entorno abertzale favorables al desarme han convocado una jornada festiva en Bayona desde primera hora de la mañana que culminará con una concentración a las seis de la tarde.
El desarme se produce después de reclamar, sin éxito, un acuerdo de máximos en una veintena de ocasiones desde su cese de la violencia en 2011
El desarme se produce después de reclamar, sin éxito, un acuerdo de máximos en una veintena de ocasiones desde su cese de la violencia en 2011.
En estos más de cinco años, ETA ha pasado de exigir un acuerdo de máximos sobre sus históricas reivindicaciones a claudicar y anunciar su desarme unilateral, recurriendo a una serie de organizaciones de su entorno y a los 'verificadores internacionales' que protagonizaron la falsa entrega de armas en cajas de cartón de 2014.
El arsenal de ETA estaría formado por 120 armas y unas tres toneladas de explosivos, según los mediadores internacionales. Los autodenominados "mediadores" en el desarme de ETA han asegurado haber entregado al Comité Internacional de Verificación (CIV) las "coordenadas de 8 lugares donde se encuentra el arsenal de ETA", constituido por 120 armas de fuego, tres toneladas de explosivos y varios miles de municiones y detonadores.
Mientras se confirman los emplazamientos e intervienen las armas, el juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional ha admitido a trámite una denuncia que la Fiscalía presentó la semana pasada a fin de que el desarme de la banda terrorista sea supervisado por autoridades españolas. El objetivo de la Fiscalía es que la Audiencia Nacional pueda analizar todo aquello que la banda entregue este sábado.
Se trata de que la Audiencia Nacional pueda analizar el arsenal de ETA y comprobar i puede aportar pruebas o evidencias para esclarecer 224 atentados cometidos por la organización terrorista. Según la Fundación de Víctimas del Terrorismo, los responsables de 324 víctimas mortales de ETA no habían sido aún juzgados. A diciembre de 2016, quedaban 312 casos sin resolver.
ETA asesinó a más de 800 personas en su medio siglo de actividad criminal, dejando también más de 20.000 heridos y damnificados y casi un centenar de secuestrados.
Acuerdo de máximos
En la fase final de su desaparición, ETA comenzó poniendo sobre la mesa un acuerdo de máximos sobre lo que denominaba consecuencias del conflicto: prófugos, el fin de la dispersión penitenciaria de los presos -343 en la actualidad-, autodeterminación, salida de las fuerzas de seguridad del Estado del País Vasco y Navarra y negociación directa con el Gobierno.
Poco se sabe sobre el proceso de desarme: será fuera de Bayona por motivos de seguridad y será "total y verificable", según los mediadores
Este discurso lo mantuvo vivo durante varios años más, bajo amenazas explícitas en sendos comunicados conocidos en noviembre de 2012 y marzo de 2013 en los que ETA llega a advertir de "riesgo real de dejar sin salida el proceso" y se arroga haber evitado "accidentes" con las armas por su actitud 'responsable'.
Pero el punto de inflexión llegó en 2014 con las primeras menciones explícitas al sellado de su arsenal y el episodio de la falsa entrega de armas. Varios encapuchados escenificaron una entrega de armas en cajas de cartón en febrero pero los verificadores internacionales admitieron ante la Audiencia Nacional que los terroristas se habían llevado las armas que supuestamente iban a entregar.
En una "comunicación interna de carácter general" firmada por el Comité Ejecutivo de ETA, la banda reafirma el abandono de la lucha armada y da cuenta de su decisión de "no crear estructura militar alguna". "El proceso de sellado de arsenales ha comenzado y el compromiso es llevarlo a cabo hasta el último arsenal", reitera en marzo de ese año. En julio anuncia el desmantelamiento de las estructuras logísticas y operativas derivadas de la lucha armada. Mantiene su compromiso de entrega de armas en los años sucesivos, sin concretar fechas, y comienza a hablar del apoyo de organizaciones afines a los que define 'mediadores'.
Desarme forzado
Pero frente a ese compromiso, ETA se ha encontrado con la acción de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, que el pasado 12 de octubre desmantelaron el zulo de Carlepont, en Oise (Francia), donde la banda escondía 145 armas cortas de las robadas en 2006 en Vauvert. El 16 de diciembre se aprehendieron de 50 armas en Luhuso y en marzo hicieron lo propio con un zulo en Irún.
En mayo de 2015, tras el cese de la violencia, las fuerzas de seguridad se incautaron de 26 armas y 50 kilos de explosivos en la 'casa zulo' de Biarritz. En comunicados hechos públicos en 2015 y 2016, cargó contra estas acciones por ser "un ataque directo al sellado de armas" y llegó a admitir la imposibilidad de mantener oculto su arsenal debido a la presión policial.
Tras las operaciones policiales contra su arsenal, ETA llegó a admitir la imposibilidad de mantener ocultas sus armas ante la presión policial
En sus últimos pronunciamientos antes de la entrega de armas, ETA admite que no está donde esperaba, ante la imposibilidad de iniciar una negociación. "El nudo principal, que es la situación de los presos políticos vascos continúa sin desatarse", constataba en marzo. El Colectivo de Presos de ETA inició un debate interno con el que propuso que los condenados etarras pudieran acogerse a beneficios penitenciarios de manera individual, a lo que accedió el pasado mes de diciembre venciendo las resistencias internas, aunque fija como límites el arrepentimiento y la colaboración con la Justicia.
En su último comunicado, de hecho, ETA subraya que "el proceso no está acabado". "Para avanzar en la agenda de soluciones hay que adquirir compromisos", advierte después de recurrir a su retórica habitual para evitar hablar de su disolución y criticar a los gobiernos de España y Francia por los sucesivos golpes policiales que le han llevado a su derrota.