En el Congreso, a diferencia de lo que ha ocurrido en las primarias, no participan todos los militantes -186.470 personas censadas- sino que acuden y votan los delegados elegidos por las agrupaciones en los congresos provinciales, insulares o autonómicos uniprovinciales, los representantes de Juventudes Socialistas, una representación de las organizaciones Sectoriales y los delegados/as que representan al PSOE Exterior.
La designación de delegados será la primera prueba de la tan cacareada unidad y esfuerzo común para el partido después de las primarias. En realidad, es una carrera porque a Pedro Sánchez le dará tranquilidad si refrenda la mayoría absoluta de las primarias con las listas de compromisarios y para los derrotados representa una segunda oportunidad para mantener posiciones.
Asambleas de distrito
En el camino hacia el Congreso federal se tienen que elegir delegados para el Congreso, convocar comités regionales que convoquen los Congresos regionales para después del federal y, más relevante, debatir la propuesta ideológica que hay sobre la mesa. Es tan importante la elección de los compromisarios como la presentación de enmiendas a la Ponencia Marco y de Modelo de Partido.
Y una vez se aprueben en junio las bases ideológicas del PSOE, sus órganos de gobierno y su funcionamiento, se tienen que celebrar los Congresos regionales que se tendrá que ajustar a lo aprobado en el Congreso federal. Coser, coser, coser...
La base de la Ponencia Marco y de Modelo de Partido ha sido redactada por el equipo elegido por la gestora y coordinada por Eduardo Madina -derrotado rival de Sánchez en las primarias de 2014- y el economista José Carlos Díez. Ambos, partidarios de Susana Díaz, han sido el azote de la candidatura de Pedro Sánchez en las últimas semanas y del equipo del ganador, que ha preparado una propuesta programática y de organización alternativa -Por una nueva socialdemocracia, se titula-. Los coordinadores del texto de Sánchez han sido Manuel Escudero y José Félix Tezanos.
La ponencia política y económica preparada por la gestora debería verse sustancialmente modificada, de acuerdo con el resultado de las primarias, a través de enmiendas
En estos días, la ponencia política y económica preparada por la gestora debería verse sustancialmente modificada, de acuerdo con el resultado de las primarias, a través de enmiendas. Lo natural sería una enmienda a la totalidad, pero el equipo de Sánchez se lo jugaría a todo o nada y aún hay tela que cortar en la designación de delegados.
La elección de los delegados supondrá otra batalla porque, si hay dos o más listas en cada ámbito de elección, la ganadora tendrá la mitad más uno de los delegados a elegir y las demás candidaturas, si logran un mínimo del 20% de los votos válidos, se repartirán el resto de delegados de manera proporcional al porcentaje obtenido.
¿Quién controla realmente?
Las espadas siguen en alto y reclutar delegados va a ser una tarea intensa en los bandos enfrentados. La victoria de Sánchez en las primarias ha puesto de manifiesto la diferencia entre las bases y el aparato convencional del partido, controlado por la gestora, los dirigentes históricos y los cargos. Es evidente que los barones -los secretarios generales regionales- no controlan a sus bases, ya que Sánchez ha ganado en todas las Comunidades Autónomas, excepto en aquellas en las que mandan los otros dos candidatos derrotados: Andalucía (Susana Díaz) y Euskadi (Patxi López).
Ese control solo aparente del aparato ha quedado de manifiesto con la aplastante victoria de Sánchez, que ha conseguido más de 21.000 votos por encima de los avales que obtuvo. Díaz se ha quedado con los mismos votos -anónimos- que avales -en los que se exige nombre, apellidos y DNI del militante junto al candidato elegido-, la mayoría de ellos conseguidos en Andalucía y en los feudos en los que los barones ejercen una mayor presión sobre la militancia históricamente: Extremadura, Castilla-La Mancha y Comunidad Valenciana. López, el tercero, ha logrado 4.000 votos más que avales, lo que le permite presentarse como enlace entre los renacidos sanchistas y el aparato derrotado.
La victoria de Pedro Sánchez en las primarias ha puesto de manifiesto la diferencia entre las bases y el aparato convencional del partido, controlado por la gestora, los dirigentes históricos y los cargos
La elección de delegados se hará mediante listas completas, cerradas y bloqueadas y con igual representación de hombres y mujeres ordenados de forma alternativa, o listas cremallera, según las bases aprobadas.
En cuanto a las enmiendas, la presentación se hará siempre que éstas obtengan un mínimo del 20% del apoyo en el congreso correspondiente. El acta de dichos congresos, con el número de delegados así como las enmiendas aprobadas deberán remitirse al comité Organizador del Congreso federal antes del día 1 de junio. Entonces se sabrá con qué fuerzas cuenta el nuevo aparato sanchista y cuánto queda del antiguo.
Congreso andaluz
La victoria de Sánchez no será definitiva hasta que termine el Congreso de junio. Según lo aprobado, la Comisión Gestora de Javier Fernández permanecerá en funciones hasta la elección de la nueva Comisión Ejecutiva Federal. La elección de esa Comisión Ejecutiva Federal se hará en el Congreso federal "mediante el sistema de voto mayoritario, a propuesta del/la Secretario/a General electo/a, por voto individual, directo y secreto de los delegados/as con derecho a voto del 39 Congreso Federal".
Una vez que se celebre el Congreso, los congresos de las distintas federaciones deberán celebrarse en un plazo inferior a 60 días, comenzando el proceso para la elección directa de las respectivas Secretarías Generales a partir del 18 de junio.
Susana Díaz ya ha empezado la partida. El secretario de Organización de los socialistas andaluces, Juan Cornejo, ha anunciado que hoy se reúne la comisión ejecutiva regional para convocar al comité director y que este convoque el congreso andaluz para el 29 y 30 de julio, unos dos meses antes de lo previsto. El proceso de primarias arrancará a partir de 19 de junio, un día después de que concluya el Congreso federal. Lo susanistas esperan así pillar al equipo de Sánchez poco armado.