A última hora del lunes, el diario brasileño O Globo publicaba un comunicado emitido por el presidente de la Cámara de Diputados, Waldir Maranhão, mediante el que revocaba su decisión de anular el impeachment contra Dilma Rousseff. De este modo finalizaba un baile de decisiones en las que todos los brazos de la política brasileña tuvieron partido.
Maranhão ordenó este lunes anular la votación en la Cámara de Diputados y repetirla, lo que brindaría a Rousseff una segunda oportunidad para obtener una victoria que se le escapó en abril, cuando 344 diputados -solo dos más de los necesarios- respaldaron el impeachment. Sin embargo, tanto su homólogo en el Senado, Renan Calhieros, como el resto de la clase política opositora, criticó esta decisión.
Para Calheiros esta práctica fue calificada como "absolutamente intempestiva". "Aceptar este juego en la democracia sería comprometerme personalmente en un retraso del proceso, y no corresponde al presidente del Senado decidir si el proceso es justo o injusto", esgrimió. Por su parte, el anterior presidente de la Cámara baja, Eduardo Cunha, –cesado por el Supremo por beneficiarse del cargo– también manifestó su oposición a la orden de Maranhao. Es "absurda, irresponsable y antirreglamentaria", apuntó este, al tiempo que denunció una "interferencia indebida y una tentativa desesperada de evitar la consumación" del impeachment.
Estos hechos, sumados a la amenaza del partido de Maranhao –el PP– de su expulsión de la formación, han provocado que, finalmente, acepte el proceso. "Revoco la decisión adoptada por mí el 9 de mayo de 2016 por medio de la cual fueron anuladas las sesiones del plenario de la Cámara de Diputados celebradas los días 15, 16 y 17 de abril de 2016, en las que se decidió sobre la denuncia por el delito de responsabilidad número 1/2015", ha anunciado en un comunicado el presidente interino de la Cámara Baja brasileña recogido por O Globo.
24 horas de idas y venidas
El lunes por la mañana, Maranhao informó de que había decidido "acoger en parte" la petición del abogado general de la Unión, José Eduardo Cardozo, que reclama la nulidad de las sesiones celebradas el 15, 16 y 17 de abril en la Cámara de Diputados, en las que se votó a favor del impeachment. "He desechado la argumentación de nulidad hecha en relación con los motivos presentados por los diputados en el momento de la votación, por entender que no existieron vicios en sus declaraciones", explicó. "He acogido las demás argumentaciones por entender que efectivamente hubo vicios que convierten en nulas de pleno derecho las sesiones en cuestión", aseguró. Su decisión inicial se basó en que los diputados revelaron el sentido de su voto antes de conocer el alegato de Cardozo a favor de Rousseff y que apenas le dejaron hablar, lo que vulneraría el derecho a la defensa.
Finalmente este miércoles arrancará en el Senado la votación para decidir si se procede al `impeachment´ de Rousseff o no
Ante tales explicaciones, el presidente del Senado de Brasil, Renan Calheiros, decidió rechazar la orden de su homólogo de la Cámara de Diputados, Waldir Maranhão, y devolver el impeachment contra Dilma Rousseff a la cámara baja por "vicios" en las votaciones, manteniendo así el ritmo del proceso de juicio político contra la presidenta brasileña.
Tras el consenso último de mantener el proceso, el calendario del impeachment sigue según lo previsto. De este modo, este próximo miércoles arrancará la votación en el pleno del Senado para decidir -con una mayoría simple de al menos 41 de los 81 senadores- si abre un juicio político contra Rousseff por irregularidades contables.
En este escenario, Rousseff quedaría cesada temporalmente y su vicepresidente, Michel Temer -también amenazado por un impeachment por autorizar créditos públicos sin el consentimiento del Congreso-, asumiría el cargo de forma interina.
Tras una investigación de un máximo de 180 días, se celebraría un juicio político en el Senado dirigido por el presidente del Tribunal Supremo. Si dos tercios de los senadores (54), habiendo un cuórum de 42, respaldan la destitución, ésta será definitiva.
El abogado de Rousseff se reunió con el presidente de la Cámara antes de que anulara el impeachment
El Abogado General de la Unión -que ejerce la defensa de la presidenta brasileña en el proceso de impeachment-, José Eduardo Cardozo, admitió que se reunió con el presidente de la Cámara de Diputados, Waldir Maranhão, antes de que este tomara una decisión favorable a Dilma Rousseff.
En concreto, Cardozo reveló que se reunió con Maranhão el pasado viernes para pedirle que atendiera el recurso presentado el pasado 25 de abril para que anulara la votación en la que la Cámara de Diputados se pronunció a favor del impeachment.
Hubo un segundo contacto el domingo, a iniciativa del nuevo jefe de los Diputados para pedir a Cardozo más información sobre su recurso, aunque -de acuerdo con el Abogado General de la Unión- no le adelantó la decisión que tomaría.
"Lucharé hasta el final"
La propia Rousseff, que se enteró de la primera noticia de la anulación del impeachment en un acto gubernamental con la prensa, pidió "cautela" hasta conocer las "consecuencias" de la decisión que había tomado Maranhão.
En cualquier caso, insistió en que Brasil vive "una coyuntura de mañas y artimañas" que conduce a un golpe de Estado encubierto desde el Congreso. "Mi disposición es luchar hasta el final. Tenemos que defender la democracia", subrayó.
Entretanto, Brasil amaneció este martes con protestas en distintas ciudades del país en contra del proceso para apartar a Rousseff de su cargo. Los partidarios de la presidenta han cortado el tráfico en varias importantes arterias y carreteras de ciudades como Sao Paulo, Espiritu Santo o Rio Grande do Sul. Según las imágenes difundidas por los medios, en algunos de los casos se han erigido barricadas a las que se ha prendido fuego.